La infancia, es una mezcla de ensoñación y fantasía, de juego, de risa, de magia y espontaneidad.
Estos dos peques, en segundo día de empezar las clases por la tarde, de lo último que tenían ganas era de hacerse un reportaje fotográfico. Una cosa es lo que nosotros llevamos en nuestra cabeza, y otra muy distinta, lo que podemos hacer. Pero son niños, y juegan y sienten, se sorprenden… y a veces, basta con dejarles ser, y desde la distancia observar y esperar a que suceda para poder pillar ese instante.
Y después, cuando ves las fotografías, te recuerdan que la magia existe y forma parte de la infancia. Y en un tiempo, también formó parte de la nuestra.
Lástima que luego crecemos y se nos olvida.
Por eso, si a veces tenemos la suerte de toparnos con ella, hay que agarrarla con las dos manos….
Me encanta la fotografía infantil, porque nos recuerda una y otra vez, lo que un día fuimos y sentimos.