Los 15 años son irrepetibles. Entre la adolescencia y la juventud, asoma una mirada especial ante una vida nueva que se va descubriendo. Un reportaje fotográfico a los 15 años es una mezcla entre despedida y bienvenida. Una mirada especial, que refleja la inquietud del que está descubriendo un mundo lleno de posibilidades, de vivencias. Una adolescencia que empieza a despedirse y deja posos de una serenidad relativa del que va entendiendo un poquito la vida lejos de los sueños y juegos de la infancia.
Esta sesión fotográfica fue especial para mí. Maravillosa. Fotografiar y amar en el mismo plano.
Fotografiar ademas en un entorno, en un paisaje que me hace sentirlo todo. En un silencio y en medio de una paz, que se refleja en cada imagen.
Belleza pura.
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TOG