La familia es nuestro mundo, nuestro origen, y la referencia más importante de nuestra vida. La fotos de familia no son solo una forma de capturar momentos; son una manera de retener nuestra esencia y nuestra historia. Todo a nuestro alrededor pasa rápido y fugaz y un día, os lo aseguro, las fotografías que hemos ido realizando a lo largo de nuestra vida, serán nuestro mayor tesoro.
La fotografía familiar como legado
La fotografía familiar va más allá de una simple imagen. Es la creación de un legado visual que se transmitirá de generación en generación. Cada fotografía cuenta una historia, refleja una etapa de la vida y es una manera de capturar lo que somos como familia.
Cada familia tiene una historia que contar, y por ello cada sesión de familia es única. Como fotógrafa busco capturar las emociones y las conexiones que hay entre cada uno de vosotros. Estas imágenes se convierten en un legado que, con el paso de los años, adquiere un valor incalculable.
En estas sesiones no se buscan poses forzadas o sonrisas artificiales, lo más importante es que os sintáis cómodos y como en casa, porque al final, lo verdaderamente mágico ocurre cuando se captura la esencia del momento, lo real de cada hogar. Mi trabajo no es solo hacer fotografías, es plasmar en ellas las miradas, las risas y todos esos pequeños detalles que os definen como familia. Realmente son estas imágenes las que, al mirarlas años después, os transportarán instantáneamente de vuelta a ese momento.
Los detalles en una foto de familia pueden contar una historia por sí solos. Por eso os invito a que os traigáis con vosotros algún objeto que consideréis parte de vuestra familia, el primer juguete de la infancia de los más pequeños, una fotografía especial. Aquello que es realmente importante para vosotros y queréis que forme parte de la historia que queréis contar.
Al revisar álbumes de fotos familiares, hacemos más que recordar; viajamos en el tiempo. Vemos cómo hemos cambiado, cómo han crecido los niños, recordamos aquellos días especiales y revivimos emociones que creíamos olvidadas. Cada imagen es una ventana a un instante pasado, una historia congelada en el tiempo.
Sesión de fotos de familia
Una sesión de fotos de familia debe ser una experiencia para disfrutar en sí misma. En mis sesiones, pongo música y os invito a abrazaros, a miraros, a que os olvidéis de mí para buscar imágenes reales y cálidas, que cuando las veamos en el tiempo, nos conmuevan. No es solo el resultado final lo que cuenta, sino también el proceso de crear esas fotografías. Es una oportunidad para desconectar del día a día y conectar entre vosotros, un momento para fortalecer vuestros lazos mientras yo me encargo de capturar esos instantes para siempre.
La única clave para que la sesión de fotos de familia sea un éxito, es lograr crear un ambiente donde todos os sintáis cómodos. Esto es lo que permite que las fotos capten la realidad, y os sintáis representados con ella. Se trata de capturar las interacciones naturales, las expresiones, los besos, los abrazos…
Inmortalizando momentos
La fotografía de familia es una forma de conservar nuestras historias, nuestras raíces y nuestros afectos. No se trata solo de tomar una foto, sino de capturar un momento, una emoción, una etapa de la vida. Es un arte que nos permite mantener vivos nuestros recuerdos más preciados, asegurando que, sin importar cuánto cambie el mundo a nuestro alrededor, esos momentos seguirán con nosotros, tan vívidos y emotivos como el día en que fueron capturados.
La importancia de entregar las fotografías en papel
Le doy mucha importancia al papel y a la impresión. No creo que dejar un legado de discos duros, con miles de archivos que probablemente en el futuro sean ilegibles, sea un legado. Siempre imprimo mis fotografías en papel Fine Art. Este papel nos transmite sensaciones, nos lleva al pasado, y garantiza durabilidad. Doy por hecho que los archivos digitales se perderán en el tiempo, el papel nos acompañará, formará parte de nosotros, y cuando llegue a los nuestros, será un legado valioso e insustituible. No perdamos nuestra historia en un mundo que cada vez pasa más rápido y más deshumanizado.